domingo, 1 de mayo de 2016

Inteligencia Emocional


La inteligencia emocional es un concepto definido por Mayer, citado de un estudio de Martínez, como "una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento". Según el libro de Goleman titulado Inteligencia Emocional, que clasifica la inteligencia emocional desde distintos puntos, la capacidad de motivarse a uno mismo sería un muy buen ejemplo para lograr una estabilidad emocional plena.



Los cinco componentes de la inteligencia emocional 

Conciencia de uno  mismo: Capacidad de reconocer y comprender nuestros propios estados de ánimo, sentimientos e impulsos, así como sus efecto en los demás. 

·         Conciencia emocional: Reconocer las propias emociones y sus efectos.
·         Valoración acertada de uno mismo: Conocer las propias fortalezas y debilidades.
·         Confianza en uno mismo: Seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos. 

Auto-regulación: Capacidad de controlar o gestionar nuestros impulsos y estados de ánimo. 

·         Auto-control: Capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos.
·         Confiabilidad: Fidelidad al criterio de sinceridad e integridad.
·         Integridad: Asumir las responsabilidades de nuestra actuación personal.
·         Adaptabilidad: Reflexionar para afrontar los cambios
·         Innovación: Sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e información.  

Motivación: Las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de nuestros objetivos. 
·         Motivación del logro: Esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de excelencia.
·         Compromiso: Secundar los objetivos de un grupo u organización.
·         Iniciativa: Prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión.
·   Optimismo: Persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos.

Empatía: Coincidencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los demás.  
·      Compresión de los demás: Tener la capacidad de captar los sentimientos y los puntos de vistas de otras personas e interesarnos activamente por las cosas que les preocupan.
·      Desarrollo de los demás: Darse cuenta de las necesidades de desarrollo de los demás y ayudarles a fomentar sus habilidades.
·         Orientación hacia el servicio: Anticiparse, reconocer y satisfacer las necesidades de los clientes.
·         Aprovechamiento de la diversidad: Aprovechar las oportunidades que nos brindan diferentes tipos de persona.
·         Compresión organizativa: Capacidad de darse cuenta de las corrientes emocionales y de las relaciones de poder subyacentes en un grupo. 

Habilidades sociales: Capacidad para inducir respuestas deseables en los demás. 

·         Influencia: Utilizar tácticas de persuasión eficaces
·         Comunicación: Emitir mensajes claros y convincentes.
·         Liderazgo: Inspirar y dirigir a grupos y personas
·         Impulso del cambio: Iniciar o dirigir los cambios.
·         Resolución de conflictos: Capacidad de negociar y resolver conflictos.
·         Desarrollo de relaciones: Establecer y mantener relaciones instrumentales.
·      Colaboración y cooperación: Ser capaces de trabajar con los demás en la consecución de una meta común.
·         Habilidades de equipos: Ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución de metas colectivas

Auto-conciencia


La auto conciencia es un proceso mediante el cual se adquiere conocimiento acerca de uno mismo, en un momento particular del tiempo y que define una serie de circunstancias internas y externas que determinan la forma de pensar, sentir, comportarse y relacionarse, aparte de las actitudes que uno posee y todo aquello que le interesa y motiva hacia la satisfacción de las necesidades personales. 


Nuestra forma de ser no es estática ni definitiva a lo largo de la vida, aunque hay algunas características que si acompañan al individuo a lo largo de su vida. La forma de pensar, sentir, comportarse, relacionarse, los intereses y motivaciones son distintas en las diversas etapas evolutivas de la vida y aunque el conocimiento de uno mismo es acumulativo y adaptable a las circunstancias de la vida presente, la complementación de ese conocimiento no será idéntico en la adolescencia y en la adultez.


Influencia de la inteligencia emocional en las organizaciones

Es extremadamente necesario contar con un líder emocionalmente inteligente en las organizaciones. Este debe ser capaz de controlar sus emociones para así ocasionar que los colaboradores tengan un buen desempeño en su trabajo.

Este líder debe ser capaz de reconocer sus emociones y gestionarlas adecuadamente y con esto lograr una buena empatía con los colaboradores que estén a su cargo para que estos se sientan satisfechos y realicen sus labores adecuadamente. De esta forma se evita cualquier conflicto que se puede llegar a presentar. Si no hay un buen líder, ocasionará problemas y puede llegar a presentarse mucha rotación de personal dentro de la empresa u organización.

Algunas de las características con las que debe contar cualquier líder en la organización es el autoconocimiento, la seguridad en uno mismo, el autocontrol, el compromiso, la integridad y la habilidad de comunicarse con eficacia son algunas de las características de este tipo de personas.

En toda organización se presentan problemas y discusiones en el día a día. Esto se debe a que en una organización laboran diferentes personas con distintos puntos de vistas, experiencia, estudios, etc. Las características descritas en el párrafo anterior podrán hacer que los colaboradores se sientan seguros de que los temas son abordados desde un punto de vista objetivo y se busca la mejor solución para el bien de la organización, tomando en cuenta todos los puntos necesarios.


De igual manera, desde el punto de empleado o colaborador también hay que ser inteligente emocionalmente para así poder realizar el trabajo lo mejor posible. Es muy frecuente que los puntos de vista para abordar ciertos temas o bien el comportamiento entre los mismos sea distinto, sin embargo se tiene que pensar con claridad, controlar tus emociones, ser objetivo al hacer tu trabajo y al abordar un problema. Este auto-control permitirá hacer el trabajo de forma más eficiente y poder ser eficaz, obteniendo los resultados esperados o incluso mucho mejores.